viernes, 4 de noviembre de 2016

La detención de la alcaldesa de Berga

La maquinaria de la Justicia, una vez que se pone en marcha, es difícil de parar.
Esta mañana se detenía a la alcaldesa de Berga por no haber comparecido ante el Juez que investiga los delitos que podría haber cometido al desobedecer las órdenes de la junta electoral que la obligaban a retirar del ayuntamiento la bandera estelada que allí ondeaba, incluso en período electoral.



Recordemos:
1) El 13 de mayo de 2015 la Junta Electoral Central hizo expreso, a petición de Societat Civil Catalana, que  la bandera estelada era una bandera partidista y que, por tanto, no podía lucir en edificios públicos ni colegios electorales.
2) A partir de aquí, en las diferentes campañas electorales que siguieron las Juntas Electorales ordenaron a los Ayuntamientos que retiraran las banderas esteladas que lucían en edificios públicos. Una retirada que no debería esperar a una orden expresa, pues es tan aberrante que en un Ayuntamiento luzca una estelada como que lo haga la bandera del partido que gobierna el ayuntamiento, por ejemplo.
3) Esta orden llegó también a Berga, y su alcaldesa se negó a cumplirla. Es decir, siguió poniendo al servicio de una opción política concreta el ayuntamiento que debería ser de todos: independentistas y no independentistas.
4) Como es normal, esta utilización partidista de las instituciones y la desobediencia a las órdenes de la junta electoral implican la apertura de un procedimiento judicial. En un Estado de Derecho no es posible que las autoridades públicas obren según su capricho, sino que han de estar sometidas a la ley y obedecer las resoluciones judiciales.
5) Citada por dos veces para comparecer ante el Juez la alcaldesa de Berga hizo expreso que no acudiría. También lógicamente, ante esta negativa al Juez no le queda más remedio que ordenar que la policía la traslade al juzgado para comparecer.
6) No hay nada de escandaloso ni en la orden del Juez ni en la actuación de la policía, lo que es escandaloso es:
A) La actuación de la alcaldesa, que utiliza su cargo para favorecer a determinadas opciones políticas y se niega a cumplir las órdenes del árbitro en periodos electorales: la Junta Electoral. Si no respetamos ni siquiera las época electorales nos cargaremos la democracia.
B) Que el Presidente Puigdemont, el mismo del que dependen los Mossos d'Esquadra que se llevaron detenida a la alcaldesa, le muestre su apoyo y mantenga que se la persigue por sus ideas. Por una parte, no se la persigue por sus ideas, sino que ha de comparecer ante el Juez por haber utilizado su cargo para beneficiar a una determinada opción política, incumpliendo el deber de neutralidad de las administraciones, especialmente en época electoral, y haber desobedecido las órdenes de la junta electoral. Por otra parte ¿qué falta de coherencia es ésta de que los Mossos que dependen de la Generalitat detengan a la alcaldesa y, sin embargo, el Presidente de la Generalitat y otros miembros de su gobierno reprueben la detención? Es la incoherencia básica de todo el proceso secesionista.
C) Las reacciones de otros líderes políticos, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau o Xavier Domènech, que en estos momentos difíciles, en vez de apoyar la democracia y el Estado de Derecho se solidarizan con quienes utilizan los cargos públicos para beneficiar a sus opciones partidistas, a quienes desafían a la ley, no obedecen a la Junta Electoral y ponen en riesgo nuestro sistema democrático. La crítica de Ada Colau a la judicialización de la política debería ir dirigida a quienes, como la señora Venturós, incumplen la ley debiendo ser conscientes que su actitud no deja alternativa a los tribunales más que actuar. Estos son quienes judicializan la política, quienes han iniciado una rebeldía institucional que tanto nos perjudica a todos.
Esto es lo escandaloso.

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