miércoles, 26 de marzo de 2014

Lo de Crimea según el Consejo de Europa, lecciones para Cataluña

Fue, creo, en noviembre de 2012 cuando Artur Mas anunció (¿amenazó?) con la internacionalización del conflicto. Esto es, si en España no me hacen caso no me callaré, acudiré a la Unión Europea, a los foros internacionales y a la comunidad internacional.
Como es sabido, esa internacionalización del conflicto no ha tenido ningún éxito. Las puertas de la Unión Europea y de las cancillerías de las potencias se cerraron para Artur Mas y su dedo acusador hacia la "antidemocrática" España. Mi impresión es que no tanto porque la causa secesionista estuviera mejor o peor justificada como porque moverse en el complejo mundo de las relaciones internacionales no es fácil, y menos si pretendes competir contra una potencia media asentada y con buenas relaciones con la mayoría de las grandes potencias y organizaciones internacionales. En cualquier caso, no quiero ahora entrar en esto que daría para un post independiente sino limitarme a constatar que la estrategia diplomática de la Generalitat ha sido hasta ahora un completo desastre.
A estas alturas creo que se arriesgaron a dar un paso tan peligroso como es trasladar el conflicto a la esfera internacional, pese a lo exiguo de sus medios, porque sinceramente creían que tenían razón; esto es, que el Derecho internacional amparaba el planteamiento secesionista de Mas, Junqueras, Forcadell, etc.



Causa sorpresa tamaño desconocimiento, porque solamente es preciso haber cursado la materia "Derecho internacional público" en la licenciatura o grado en Derecho para saber que el derecho a la autodeterminación que se pretendía ejercitar (escondido en ese inefable "derecho a decidir" que hace varios meses desenmascaró Sonia Sierra) no era predicable de Cataluña ya que ni se daba una situación colonial ni una sistemática vulneración de los derechos humanos que justificara una "secesión como remedio". Unos conocimientos mínimos de Derecho de la UE hubieran bastado para confirmar que la permanencia en la UE era también imposible tras la secesión, careciendo de fundamento jurídico alguno tesis como la de la "ampliación interior", que con tanto entusiasmo se difundió durante los años 2012 y 2013 en los medios públicos/subvencionados de la Generalitat.
Es cierto que desde las filas secesionistas se ha intentado construir un argumentario que defendiera sus planteamientos, pero en los últimos meses se ha ido desmoronando con cierto estruendo. Así, en el mes de diciembre cayó la mentira de que la Opinión Consultiva del Tribunal de La Haya sobre la declaración de independencia en relación a Kosovo amparaba una consulta "democrática" incluso aunque fuera contraria a la legalidad, algo que había sido defendido como una certeza absoluta por independentistas como Santiago Vidal o Pilar Rahola (dejo a continuación el vídeo de Santiago Vidal donde lee sin inmutarse el fragmento falso de la Opinión Consultiva del Tribunal de La Haya)


También entre diciembre del 2013 y enero del 2014 se confirmó el rechazo a una continuidad de Cataluña como Estado independiente en la UE. Tanto el Presidente del Consejo como el de la Comisión así lo expresaron incluso con cierta solemnidad en el caso del Presidente del Consejo.
Ahora ha llegado la última confirmación de la falta de fundamento internacional de la pretensión de una secesión unilateral como la defendida por entidades como la ANC o el propio Presidente Mas. La reciente secesión de Crimea en el marco de la crisis ucraniana ha dado origen a un dictamen de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa que incluye no pocas indicaciones muy relevantes para el caso catalán. Aquí puede consultare (en inglés) el texto íntegro del informe. A continuación destacaré algunas de las afirmaciones más relevantes del mismo (la traducción es mía y, por tanto, mejorable).

"14. Dado que el artículo 134 de la Constitución de Ucrania define a Crimea como una parte constituyente de Ucrania e inseparable de ésta, la secesión de Crimea requeriría la reforma de la Constitución de Ucrania. Esta reforma constitucional se encuentra, sin embargo, prohibida por el artículo 157.1 de la Constitución de Ucrania que establece: (...).

15. Es, por tanto, claro que la Constitución de Ucrania prohíbe un referéndum local que pueda alterar el territorio de Ucrania y que la decisión de convocar un referéndum en Crimea no entra en el ámbito de las competencias atribuidas a las autoridades de la República Autónoma de Crimea por el artículo 138 de la Constitución Ucraniana (...).

17. Que la Constitución de Ucrania no permita un referéndum para la secesión de ninguna forma contradice los estándares constitucionales europeos. Al contrario, es típico de las Constituciones de los Estados miembros del Consejo de Europa no permitir la secesión (...).

18. Esto no significa que la noción de autodeterminación sea ajena al Derecho constitucional europeo. De todas formas, en su Informe sobre "Autodeterminación y secesión en el Derecho constitucional" antes citado, Comisión de Venecia concluye que la autodeterminación es entendida en primer lugar como autodeterminación interna dentro del marco que ofrecen las actuales fronteras y no como autodeterminación externa a través de la secesión.

(...)

21. Aunque el primer requisito para la validez del referéndum es que no vulnere lo previsto en la Constitución de Ucrania, esto no es en absoluto suficiente."

En definitiva, un referéndum de autodeterminación no puede celebrarse válidamente si vulnera las previsiones constitucionales del Estado del que pretende realizarse la secesión, y el hecho de que tal Constitución no permita la secesión de ninguna manera vulnera los estándares democráticos europeos.
Ahora donde pone Ucrania pongan España y donde pone Crimea lean Cataluña y saquen sus propias conclusiones.

sábado, 22 de marzo de 2014

Mentiras y de las gordas

Ayer estuvieron repartiendo esto en una biblioteca de Barcelona:



Estoy estupefacto.
Se trata de un folleto editado por CDC y que se enmarca en la campaña "Orgulloso de sus orígenes. Orgulloso de Catalunya", también publicitada como "¿Qué gano yo con el Estado propio?" de la que ya daba cuenta "Crónica Global" hace meses. Se trata de una campaña dirigida a convencer de las ventajas de la independencia y que, como digo, está en pleno funcionamiento.
La campaña se basa en preguntas sencillas y respuestas contundentes y lo que causa estupor es no solamente la seguridad con que en el folleto, editado por un partido político, se da cuenta de lo que haría el futuro Estado Catalán (¿cómo pueden saber con tanta certeza lo que pasará?); sino que en él se incluyen afirmaciones que son directamente falsas y, además, fácilmente verificables.

Empecemos por la más clara. En el apartado "Relación con Europa" se afirma textualmente lo siguiente:

"Si Catalunya es un estado, seguirá formando parte de la Unión Europea. La UE no prevé mecanismos de expulsión de sus miembros ni tampoco de aquella parte del territorio de un estado miembro que se haya independizado. Además, el derecho internacional establece que los tratados firmados por el estado predecesor pasan directamente al estado sucesor"



Bien, en los últimos meses tanto el Presidente del Consejo como el Presidente de la Comisión han afirmado de manera expresa y rotunda que en el caso de que una parte del territorio de un Estado miembro se separe de éste los tratados europeos dejarán de aplicarse en el territorio que se secesiona, lo que debe ser suficiente como para calificar de rotundamente falsa la afirmación del panfleto que, como digo, todavía hace dos días se repartía en las bibliotecas de Barcelona. 

¿Como es posible que alguien se pueda dirigir a un grupo de personas y pasarles un papel en el que se dice que Catalunya seguiría en la Unión Europea tras la secesión cuando se sabe que no es así? Una falsedad como ésta supone una quiebra de las reglas básicas del diálogo democrático. ¿Es la mentira parte legítima del debate público? ¿Carece de sanción el intento de engaño? La realidad es la que es y los ciudadanos tienen derecho a no ser engañados.


La tergiversación en el panfleto de CDC no queda en lo que acabo de señalar. En él se recogen otras afirmaciones que no responden en absoluto a la realidad, tal como indicaré a continuación.

En el folleto se indica en el epígrafe "Pensiones" lo siguiente: "Si Catalunya es un estado, las pensiones estarán aseguradas, tanto las actuales como las futuras, e incluso podrán ser mejores. El pago de las pensiones no depende de si estamos dentro o fuera de España, sino que depende del número de personas que están trabajando actualmente y en el futuro en Catalunya

Una respuesta mucho más ajustada a la realidad sería la siguiente:

"Dado que tras la secesión la Seguridad Social española dejaría de percibir las cotizaciones procedentes de los residentes en Cataluña y que las pensiones se pagan con las cotizaciones actuales, sin que opere como sistema de capitalización, lo lógico es que dejen de satisfacerse las pensiones que cobren los residentes en el territorio secesionado.

Esto quiere decir que si Cataluña se independiza los residentes en Cataluña dejarán de cobrar la pensión que venían cobrando hasta ese momento.
El nuevo Estado puede otorgar una pensión a quienes ya la vinieran cobrando; pero será una pensión diferente y que no tiene por qué coincidir con la que se cobraba. Hay que determinar cuántos años de cotización se exigirán, cómo se calculará la cuantía de la pensión y cuáles serán los niveles máximos y mínimos de la pensión. En cualquier caso será una nueva pensión, la pensión que hasta la independencia se tenía desaparece."

En el apartado "Nacionalidad" se indica que "Se otorgará la nacionalidad catalana a todos los ciudadanos que sean españoles y tengan vecindad administrativa en Catalunya, incluidos los originarios de otros países que hayan obtenido la nacionalidad española en los últimos años". Creo que sería necesario aclarar que ésta será, en su caso, la propuesta de CDC, pero no puede desconocerse que se barajan otros criterios para la concesión de la nacionalidad catalana, tal como puede verse, por ejemplo, en este artículo publicado en e-noticias y donde se sostiene una posición mucho más restrictiva sobre la concesión de la nacionalidad catalana, excluyendo de la misma, por ejemplo, a quienes se hayan opuesto a la independencia. Lo cierto es que serían las autoridades del nuevo Estado quienes decidieran qué criterios utilizar para la concesión de la nacionalidad y que no creo que sea posible a día de hoy cerrar ninguna posibilidad. Es bueno reflexionar sobre lo que pasó en los Países Bálticos, cuya "Vía Báltica" inspiró, precisamente, la Vía Catalana del pasado septiembre; tal como hizo hace unos meses Sonia Sierra en este artículo.

En el apartado "Fronteras" del panfleto se hace un totum revolutum entre la Unión Europea, Schengen y "El Espacio Europeo de Libre Circulación de personas y bienes" (¿se referirán al Espacio Económico Europeo? ¿A la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA)?). Lo que ahí dice es esto: "Si Catalunya es un estado en el marco de la Unión Europea, seguirá formando parte del Espacio Schengen. En caso contrario, Catalunya pactará la adhesión al Espacio Europeo de Libre Circulación de personas y bienes" (sic.).
Bueno, ya hemos visto que lo de la pertenencia de Catalunya a la UE no se daría, lo que no impediría sin embargo -buena noticia para los independentistas, no sé cómo no se han dado cuenta- la pertenencia a Schengen, ya que hay países integrados en Schengen que no son parte de la UE. Otra cosa es que se admitiera a Catalunya en el espacio Schengen, porque eso habría que negociarlo, claro. Y en lo que se refiere a la alternativa de incorporarse a ese misterioso "Espacio Europeo de Libre Circulación de personas y bienes" hay que decir que tanto si es el Espacio Económico Europeo como la Asociación Europea de Libre Comercio no afecta la pertenencia a los controles fronterizos, sino, en su caso, al derecho a cruzar las fronteras, que es una cosa distinta.
Sin salir de las fronteras en lo que se refiere a las relaciones Catalunya-España se indica lo siguiente:
"Mantendremos puentes de diálogo y de colaboración con el Gobierno español, no habrá fronteras físicas, habrá total libertad de circulación para las personas, los bienes y los capitales".
Nos encontramos aquí con otra afirmación que no es cierta. Las fronteras tienen dos lados, y podría ser que en el lado catalán no se quisiera establecer ningún control, pero mucho me temo que en el lado español sí que habría controles, entre otras cosas porque una vez producida la secesión la frontera de Cataluña con España es una frontera exterior de la Unión Europea y, por tanto, España está obligada a establecer en ella los controles europeos previstos en relación a países terceros; o sea que lo de que no habrá controles es una pura falsedad. Por otra parte, aquí se vuelve a confundir el control fronterizo con el derecho de libre circulación. Como decía antes son conceptos diferentes, ya que puede existir el derecho y mantenerse el control o desaparecer el control sin que se goce del derecho. En el caso de las relaciones entre una Cataluña independiente y España (y también Francia) mucho me temo que habrá controles y no existirá el derecho. La realidad es la que es.

Lamento profundamente que se confunda de esta manera a los ciudadanos. Es lógico que intenten presentarse las cosas en la forma que más favorezca los intereses de quien realiza la presentación, pero en un país serio el límite a estos relatos "orientados" debería ser la verdad. En Cataluña, por desgracia, ese límite no existe. Algunos al menos gozan de bula para decir lo que quieran, como quieran, cuando quieran y donde quieran. Creo que es obligación de los demás denunciar estas aberrantes manipulaciones, por servicio a la verdad y porque es mucho lo que nos jugamos.

domingo, 16 de marzo de 2014

Tres motores Mercedes y Alonso

Cada temporada oímos que los entrenamientos previos a la primera prueba del Mundial de Fórmula 1 no sirven para determinar dónde está efectivamente cada escudería. Sin embargo con cierta frecuencia esa primera carrera acaba confirmando lo que ya mostraban los entrenamientos de la pretemporada. En el año 2009 los Brawn (antiguos Honda) impresionaron en la pretemporada con tiempos que superaban en más de un segundo al resto de coches. Entonces se dijo que Brawn estaba intentando buscar anunciantes y que por eso en vez de probar de verdad cosas en el coche se limitaba a correr en condiciones de calificación para impresionar a los patrocinadores. Luego comenzó el Mundial y Brawn ganó seis de las siete primeras carreras.
Este año la pretemporada mostró una clara superioridad de los motores Mercedes y en concreto del equipo Mercedes que se ha visto confirmada en la primera carrera. Rosberg ha ganado de forma aplastante y el segundo y el tercero han sido los dos McLaren (cuando escribo esto ya se ha confirmado la exclusión de Ricciardo como consecuencia de haber tenido un flujo de combustible superior al permitido). Espectacular también ha sido el rendimiento de otro coche Mercedes, el de Valtteri Bottas, quien pese a haber tenido un accidente que le relegó a las últimas posiciones de la carrera consiguió remontar hasta la quinta posición, y dando la impresión de que sin aquel incidente estaría también en las primeras posiciones. Tan solo los abandonos de Hamilton (Mercedes) y Massa (Williams-Mercedes) han impedido un dominio total de los motores alemanes. Force India, el otro equipo con motores Mercedes ha estado también a un buen nivel, con Hulkenberg séxto y Sergio Pérez décimo. En definitiva, paliza de Mercedes al resto.



¿Quiere decir lo anterior que Ferrari ya ha perdido el Mundial? Diría que sí, pero evidentemente todavía hay tiempo de reacción. La fiabilidad seguirá siendo importante, como ha demostrado el abandono hoy de Hamilton; aunque probablemente Ferrari también tendrá sus problemas por ese lado cuando le toque (explicaba Alonso hoy que se había quedado sin motor eléctrico durante parte de la carrera). Ahora bien, tampoco ha de descartarse totalmente una reacción. En el año 2010 Vettel acabó la primera carrera del Mundial en cuarta posición a 38,7 segundos de Alonso, ganador de esa prueba, y sin embargo al final de la temporada el campeón fue Vettel, y el año pasado Vettel acabó la carrera de Australia en tercera posición a más de veinte segundos del ganador, Raikkonen, lo que no impidió que de nuevo Vettel fuera campeón como sabemos todos. Ferrari puede reaccionar porque parece que tiene un coche decente, pero que ha de mejorar tanto en motor (y los de Ferrari siempre han presumido de ser más motoristas que diseñadores de coches gráciles y aerodinámicamente eficientes) y en la aerodinámica. Si se ponen las pilas podrán hacer algo, pero han de actuar ya porque de otra forma el Mundial será un concierto de Mercedes, actuando el resto como mero acompañamiento, o, a lo sumo, un duelo entre Mercedes y McLaren.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Baño de realidad

Ayer, 11 de marzo, compareció en la Comisión del Parlamento de Cataluña sobre el derecho a decidir el profesor Gregori Garzón Clariana, Catedrático de Derecho internacional público en la Universidad Autónoma de Barcelona y catedrático Jean Monnet de Derecho de la UE. El profesor Garzón ha sido funcionario del Servicio Jurídico de la Comisión Europea y Director General del Servicio Jurídico del Parlamento Europeo (aquí puede consultarse su currículum).



Se trata de un experto en Derecho de la UE que, además, conoce su práctica desde la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, su intervención en la Comisión del Parlamento sobre el derecho a decidir se ha ocupado de las consecuencias de una hipotética secesión de Cataluña desde la perspectiva del Derecho Europeo. Su comparecencia, extensa y detallada creo que se convierte en una pieza fundamental para el debate sobre las consecuencias de la independencia de Cataluña tanto por la información aportada, la riqueza de los análisis, el rigor en el razonamiento y la ecuanimidad en el planteamiento. Evidentemente, si uno se queda con los titulares de algunos diarios no tendrá una cumplida imagen de lo que ha dicho el profesor Garzón. Es por eso que cuelgo aquí tanto su intervención como las respuestas que ha dado a las diputados que han intervenido (en la web del Parlament de Cataluña pueden encontrarse todas las intervenciones). La intervención son más de 35 minutos y las respuestas casi 30, pero cualquiera que quiera opinar sobre este debate debe inexcusablemente tener en cuenta estas intervenciones, a salvo de que no le importe expresar opiniones sin tener en cuenta todos los elementos presentes en el debate.



Esta es la intervención inicial del profesor Garzón. Destacaré algunas de las cosas que dice:

- La independencia de Cataluña supondría una discontinuidad respecto a su integración en la UE (minuto 7), esto es, debería negociar su adhesión a la UE como cualquier otro Estado. España, en cambio, seguiría siendo miembro de la UE.

- La teoría de la ampliación interna, aquella que defendía que la secesión dentro de un Estado miembro no podría implicar que los ciudadanos del nuevo Estado dejaran de ser ciudadanos europeos (aquí puede verse un vídeo donde se desarrolla esta idea), carece de base jurídica (minuto 19).

- La pérdida de la nacionalidad española supondría la pérdida de la ciudadanía europea (minuto 21).

- La incorporación de una Cataluña a la UE sería un proceso largo y que no puede - hoy en día- realizarse con carácter previo a la independencia (minuto 25).

- La entrada de Cataluña en la UE podría tener dificultades no solamente por las que planteara España, sino que otros países podrían plantear problemas. En este sentido es muy significativo lo que relata en el minuto 30 sobre la posición francesa al hilo de los debates que siguieron al planteamiento de la posibilidad de que el catalán pudiera ser utilizado en las instituciones europeas.

- No sería imposible que Cataluña llegara a acuerdos con la UE, pero hay que tener en cuenta que los tratados de asociación de la UE con Estados europeos se consideran un paso previo a la adhesión (minuto 32).

En definitiva, una intervención que desmonta las fabulaciones que han ido floreciendo en ciertos medios independentistas sobre la continuidad de Cataluña en la UE, la imposibilidad de que los ciudadanos catalanes perdieran su condición de ciudadanos europeos o la posibilidad de una adhesión express de una hipotética Cataluña independiente.

Quizás esta intervención no satisfizo a algunos de los diputados presentes, y en concreto la Ilma. Sra. Gemma Calvet, de ERC intentó que el Dr. Garzón se volviese a plantear algunos de los temas que habían ido saliendo en su ponderada intervención anterior. Dejo aquí la intervención de la Sra. Calvet.


Y, claro, el profesor Garzón ha de responder. Dejo aquí su contestación.



Como puede apreciarse el profesor Garzón indica que los representantes de las instituciones europeas ya han dejado claro que no habría continuidad en la pertenencia de una Cataluña independiente en la UE, lo que resulta significativo (a partir del minuto 1). También deja claro que no hay duda de que la pérdida de la nacionalidad de un Estado miembro supone la pérdida de la ciudadanía europea (minuto 3:24). Además, sin un cambio de los Tratados no sería posible la incorporación automática de una Cataluña independiente en la UE (minuto 8).

Finalmente, tras la intervención de otros diputados el Dr. Garzón realiza su última intervención en esta sesión de la Comisión para el derecho a decidir del Parlamento de Cataluña. Dejo aquí también el enlace:


Aquí no deja de indicar que las personalidades europeas que verían como "normal" un referéndum en Cataluña son minoritarias (minuto 3) y que la conservación de la nacionalidad española es una decisión de España y decir que tras la secesión los catalanes conservarían la nacionalidad española "es una ingenuidad que mata" (minuto 7). En el Derecho europeo, además, han de respetarse las reglas de juego (minuto 8).

En definitiva, una intervención que hay que ver y escuchar. Aporta muchas claves que deberían ser tenida en cuenta por nuestros políticos, contribuiría, sin duda, a que hubiese algo más de rigor en el debate público. Quienes hayan llegado hasta aquí podrán juzgar si la prensa que ha dado cuenta de la intervención ha sido fiel o no a su contenido.

domingo, 9 de marzo de 2014

¿Hay Historia más allá de la verdad? Sobre una frase de Jaume Sobrequés en la introducción de su libro "Història de Catalunya"


En la introducción del libro de Jaume Sobrequés i Callicó "Història de Catalunya" puede leerse lo siguiente: "Que l'historiador, tot servint fins on sigue possible la veritat, té un comprimís amb el seu país és quelcom que he assumit des del día que vais publicar els primers estudis sobre el passat català". Creo que se entiende bastante bien, pero ofrezco una traducción del fragmento: "Que el historiador, sirviendo a la verdad hasta donde sea posible, tiene un compromiso con su país, es algo que he asumido desde el día en que publiqué los primeros estudios sobre el pasado catalán".



Me llaman la atención dos cosas en este fragmento: la primera es que el historiador se supone que es un científico (en sentido amplio lo de científico, claro), que solamente ha de deberse en su función de historiador al rigor y a la búsqueda de la verdad. Siendo esto así no acaba de entenderse en qué se traduce ese compromiso con el país, a salvo que se reduzca al que todos podemos tener con nuestra comunidad como trabajadores que han de cumplir honradamente con sus tareas. En este sentido el historiador, al igual que el abogado, el albañil o el conductor de autobús tiene un compromiso con su país en tanto en cuanto de que su trabajo se realice bien depende la calidad de la sociedad. Esta observación, sin embargo, es tan trivial que se hace difícil pensar que en la introducción de un libro de historia se dediquen tres líneas a ello.
¿Querrá decir Jaume Sobrequés algo diferente a esto que acaba de ser planteado? ¿Apuntará a que la función del historiador, en tanto que historiador, tiene una incidencia política que ha de ser considerada en su trabajo? Diría que sí, y si se lee lo que va antes y después de la frase que aquí copio se encontrarán elementos que apoyarán esta conclusión. Así, podemos leer justo antes de la frase que se cita: "Que la Història és una ciència social és una realitat que ningú no posa en dubte. Que la reflexió i l'anàlisi sobre el passat tenen sovint una projecció política no és menys cert". E inmediatamente después: "Aquestes consideraciones, que tenen un valor universal, assoleixen una major intensitat a Catalunya, una nació sense estat propi, que en va tenir durant gairabé mil anys i que hauria de poder exercir el dret de tornar-ne a tenir si així ho volgués la majoria dels catalans."

A la luz de lo anterior estremece comprobar con qué claridad se pone de manifiesto este carácter instrumental de la tarea del historiador y las consecuencias de esta tergiversación de la función de la historia: tal como señala Jaume Sobrequés se servirá a la verdad "hasta donde sea posible". Se supone que hasta donde lo permita el servicio al país, punto a partir del cual la verdad ya no podrá ser servida. O es esto o es que el autor se ha expresado rematadamente mal. En cualquier caso impresentable ¿no?

Obtuve la noticia de este curioso planteamiento de Jaume Sobrequés en la conferencia del Dr. Jordi Canal en el Foro "Cataluña en España: historia, cultura e identidad", organizado por FAES. El vídeo puede consultarse aquí:


La referencia al libro de Jaume Sobrequés está en el minuto 11 del vídeo; pero recomiendo vívamente   escucharlo en su integridad. No defrauda en absoluto.