jueves, 18 de septiembre de 2008

Ha nacido una estrella

Ya sé, ya sé, es un tópico; pero creo que esta vez completamente justificado. La victoria de Vettel en Monza no es una casualidad ni un fruto de la mera fortuna. Tengo la impresión de que dentro de muchos años los que hemos visto la carrera contaremos a quien nos quiera escuchar "recuerdo la primera victoria de Vettel en la Fórmula 1, fue en Monza, bajo el agua". Probablemente cuando contemos esto Vettel ya haya ganado algún título Mundial o, incluso, puede estar tranquilamente retirado, convertido en una leyenda del mundo del motor. Y los que tuvimos la suerte de ver, aunque sólo fuera por televisión, el Gran Premio de este domingo sonreiremos como hacen los que han sido testigos de algo histórico.

Se veía venir. El año pasado el muchacho ya protagonizó carreras muy buenas en agua. En China fue cuarto y en Japón estaba en posición de podio cuando un golpe por detrás le arruinó la carrera. Recuerdo la imagen del chaval (veinte años) llorando en su box tras aquello. Reconozco que entonces yo no pensaba que tardaría tan poco en conseguir acabar entre los tres primeros en una carrera; pero, vaya, el chico es bueno de verdad y a la primera oportunidad que ha tenido, ¡zas! a por la victoria.

Es grande lo que ha hecho Vettel. Ganar una carrera de Fórmula 1 es difícil, muy difícil. Solamente seis pilotos han conseguido ganar una carrera este año: los dos de Ferrari, los dos de McLaren, Kubica y Vettel. Y si sumamos a las catorce carreras de este año las diecisiete del años pasado nos sale que en esas 31 carreras solamente han ganado siete pilotos: los seis mencionados y Fernando Alonso. Las dieciocho carreras del año 2006 solamente añaden tres nombres a la lista: Fisichella, Schumacher y Button. Es decir, en 49 carreras solamente diez pilotos han podido ver la bandera a cuadros en primer lugar. Que Vettel haya ingresado en este club con un coche que no es puntero solamente puede explicarse porque nos encontramos ante un piloto muy sólido. Es cierto que tuvo su punto de suerte con la catástrofe de Raikkonen y Hamilton en la calificación y luego, ya en carrera, con el error que cometió McLaren al colocar neumáticos de lluvia extrema a Hamilton en su último repostaje; pero hay que estar ahí para aprovecharse de esas circunstancias y Vettel estaba. Chapeau por él.

Dentro de unos años lo único que recordaremos de la carrera será la victoria de Vettel; pero ahora conviene comentar un par de cosas más. En primer lugar la remontada de Hamilton. ¡Qué gran piloto! Este tiene sangre en las venas, está claro. Algún día tendrá un problema por esta manía suya de echar a la gente de la pista; pero es espectáculo puro.

De los pilotos de Ferrari mejor no hablar. En fin, en Maranello sabrán lo que hacen...

Y para acabar, la carrera de Alonso. Los comentarios han sido "gran estrategia de Renault", "acierta el equipo". No estoy muy de acuerdo. Renault había cargado el coche hasta los topes. El resultado de ello fue que en las primeras vueltas de la carrera Alonso destrozó los neumáticos, lo que le obligó a rodar muy lento. Un montón de coches le habían pasado en el momento de hacer el repostaje. Si los coches que paraban delante de él hubieran hecho lo lógico, poner intermedios, Alonso hubiera acabado del décimo para abajo. Tuvo la suerte de que casi todos los equipos fueron conservadores, calzaron neumáticos de lluvia extrema y eso les obligó a realizar una parada adicional. Gracias a esa parada Alonso adelantó los seis u ocho coches que le permitieron llegar a la cuarta posición. Estrategia inteligente hubiera sido haber cargado menos el coche para conservar mejor los neumáticos en la primera fase de la carrera. Estoy casi seguro que de esa forma Alonso hubiera acabado en el podio; pero bueno, siempre es fácil analizar a toro pasado.

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